Un cuerpo perfecto: Hay varios cambios que se dan en el cuerpo de una mujer alrededor de los 40 años y tienen que ver con un proceso hormonal que hace que aparezcan las primeras manifestaciones de adiposidad localizada, flaccidez y celulitis. La redistribución de la grasa se hace evidente. Los cuarenta marcan un buen momento para encarar pequeños problemas, y que estos no se conviertan en grandes porque cuando tengamos 50 y ya estén instalados, serán más difíciles de solucionar.
¿Qué nos hace más grandes? La adiposidad localizada en la cintura y el abdomen Incremento de la celulitis Flaccidez en los brazos Manchas y arrugas en las manos y el escote El busto caído
PREVENIR Y SOLUCIONAR: Si nunca hizo ejercicio físico, es el momento de comenzar, sobre todo con gimnasia localizada ya que modela el cuerpo. Del mismo modo, es bueno vigilar la alimentación reduciendo las grasas y los azúcares para mantener el peso que tiende a subir porque el metabolismo se hace más lento. Las nuevas soluciones estéticas:
Para la flaccidez en los brazos: El doctor Edgardo Chouela recomienda el tratamiento Velvet, indicado para la suma de fotoenvejeci miento y flaccidez. Combina la tecnología láser de C02 fraccionado con radiofrecuencia dinámica de alta potencia. La doctora Griselda Seleme propone la aplicación de radiofrecuencia en una sola sesión. Ambos tratamientos estimulan la restitución del propio colágeno para obtener una piel más tirante, de aspecto joven y no requieren incisiones ni tiempo de recuperación.
Adiposidad en el abdomen: El tratamiento Coral, la combinación de Reaction con Cavix, es una nueva alternativa. La tecnología Reaction combina dos mecanismos de energía de radiofrecuencia de tercera generación y terapia de vacío. Cavix, es un tratamiento de gran eficacia en la destrucción de masas adiposas localizadas que llega a los panículos de grasa más profundos utilizando bajas frecuencias. Funciona a través de un sistema llamado cavitación, comprimiendo y descomprimiendo los adipocitos a gran velocidad. El procedimiento es absolutamente indoloro y la paciente puede volver a sus tareas habituales después de la sesión.